
Plásticamente podemos decir que el caballo andaluz, es de proporciones recogidas y equilibradas.La cabeza es mediana, el perfil va desde el ligeramente convexo, pasando por el subconvexo hasta ejemplares que lo tienen casi recto. Ojos grandes y expresivos. Orejas medianas, bien implantadas y de gran movilidad. Cuello medianamente largo y arqueado. Cruz destacada y larga. Dorso suavemente ensillado. Tronco abreviado, con buen diámetro bi-costal. Grupa redondeada, con nacimiento bajo de la cola. Vientre recogido pero no agalgado. Espaldas largas y musculadas. Brazo corto y musculoso.Antebrazo y caña largos. Cuartillas de mediana longitud. Muslo musculoso y largo. Pierna de mediana longitud y ligeramente quebrada. Cascos bien desarrollados y bajo de talones. Abundante crin y cola.
En cuanto a sus características psíquicas, la raza andaluza presume de un excelente temperamento, siendo caballos dóciles y de gran capacidad cerebral, teniendo un excelente aprendizaje lo que los hace especialmente indicados para la monta, y cualquier disciplina ecuestre en general.